Resumen
La formación de ciudadanías activas ha resultado ser de suma importancia para las sociedades contemporáneas, puesto que se necesita cada vez más del apoyo de la ciudadanía para mejorar el entorno en el que vivimos. La forma de participación que realizan los voluntarios a través de su implicación en la solución de las problemáticas públicas de la sociedad con la finalidad de mejorar su entorno, es ejemplo fiel de las ciudadanías ideales que se deberían formar y de las actividades que se deberían de llevar a cabo por el bien común. Aunque la formación ciudadana ha sido la principal responsabilidad de la educación formal, la educación informal ha tenido un papel muy importante en la adquisición de estas características necesarias para que el ciudadano desarrolle una participación activa, y para que pase de ser un mero espectador pasivo, a un agente responsable que se implica en las acciones colectivas de su comunidad. En el presente trabajo se reporta el resultado del análisis de 30 entrevistas a voluntarios de la ciudad de Querétaro, México, y de la ciudad de Barcelona, España, a través de la Teoría Fundamentada. Los resultados señalan que el voluntariado es una actividad que permite a los ciudadanos generar actitudes que son base de una ciudadanía activa, es decir, son ciudadanos comprometidos con el bienestar social y el respeto a los derechos, que se identifican con su comunidad y realizan acciones para mejorarla.