Resumen
Estamos convencidos que la escuela debería de ser un espacio privilegiado para la formación de ciudadanos activos. La ciudadanía no es una condición que se da, es una condición que se construye. En este sentido, nos cuestionamos qué es lo que estamos fomentando al interior de los centros escolares en torno a un problema tan sensible en nuestra sociedad como es el de la corrupción. Según Aguilera (2010), la corrupción constituye uno de los fenómenos más ominosos y autodestructivos de las instituciones políticas y jurídicas que conforman nuestro país. La acciones o comportamientos que atentan contra la legalidad en algunas escuelas, tales como : desigualdad en el proceso de selección, injusticia y falta de transparencia en la acreditación, incoherencia en la gestión de insumos y materiales, la inconsistencia o impunidad en la aplicación de las reglas, en el caso de las autoridades y el hecho de copiar en los exámenes, copiar las tareas, comprar las tareas, falsificar firmas, por parte de los alumnos, son actos de deshonestidad académica que impactan en el bienestar de la colectividad y, pueden ser un generador de problemas de convivencia suscitados al interior de los centros escolares. Partiendo de lo anterior, se realizó un estudio exploratorio que tenía como objetivo indagar las opiniones sobre el clima de convivencia que se desarrolla en aulas de la ciudad de Querétaro. Para alcanzar dicho objetivo se aplicó un cuestionario a 2711 alumnos de primaria y secundaria. Los resultados muestran que se presentan porcentajes importantes de actos deshonestos en ambos niveles escolares, lo cual nos obliga a reflexionar sobre los valores que trasmitimos y con los cuales estamos formando a los ciudadanos de hoy.
Palabras clave: Corrupción, educación para la ciudadanía, convivencia escolar.